octubre 14, 2013

WAKOLDA de Lucia Puenzo





En una escena de Wakolda Eva (Natalia Oreiro), embarazada de siete meses, está siendo examinada por Otto (Àlex Brendemühl) un médico que nosotros ya identificamos desde el principio de la película como un nazi escondido en el sur argentino a comienzos del año 1960 (la información de que se trata de Josef Mengele, uno de los peores monstruos de la historia de la humanidad, no la recibimos hasta el final). “¿Son dos, no?” pregunta ella. El doctor posa su oído sobre un costado de la panza y se oye el latido de un corazón, luego repite la acción con el otro costado y se oye otro latido. Enseguida la voz en off de Lilith (Florencia Bado) la protagonista, dice “Ese día se confirmó que eran dos”. Esta escena es un ejemplo del principal defecto  que tiene Wakolda, en la que todo es explicado con palabras y de manera expositiva (y muchas veces redundante), sin confiar en la potencia de las imágenes como elemento esencial de la narración cinematográfica.


Lilith y su familia se dirigen hacia Bariloche con el plan de reabrir la hostería de la familia de Eva, en una parada conocen al médico alemán, que termina hospedándose con ellos.
Notando los problemas de crecimiento que tiene la niña, Otto sugiere a Eva aplicar un tratamiento que él mismo desarrolla para mejorar la productividad del ganado vacuno. A espaldas de su esposo y obsesionada por que su hija sea normal, ella accede sin hacer muchas preguntas.

Lilith, por su parte, se muestra inmediatamente fascinada por Otto sin motivos aparentes (la manera en la que ella se mantiene siempre cerca de él resulta un poco forzada). Inicialmente el film busca generar suspenso manteniendo la incógnita sobre cuáles son las verdaderas intenciones del hombre con la niña, pero eso se diluye a los pocos minutos cuando
numerosas subtramas van apareciendo. Una de ellas es la de espías, en la cual Elena Roger interpreta a una agente encubierta del Mossad (servicio de inteligencia Israelí que en esa época se encontraba en plena campaña para encontrar y juzgar a los criminales de guerra nazis) que descubre la verdadera identidad de Otto. Su personaje, quizá el más interesante del film, se limita a hacer un llamado telefónico y poco más, nos quedamos con las ganas de saber más sobre ella. 

Lilith asiste a un colegio alemán, el mismo al que fue su madre muchos años atrás, y su problema de crecimiento la convierte en el blanco de las burlas de sus compañeros, pero esta relación entre ella y los demás chicos no la vemos en la pantalla sino que la enuncian diferentes personajes “estaban valorando los cuerpos de las chicas y a vos te pusieron un cero” le dice un compañero “hoy la burlaron todo el día” cuenta a Eva el hermano de Lilith. Esos comentarios nos dan a entender que ella es víctima de una discriminación feroz, sin embargo en a pantalla no vemos más que algunos compañeritos riéndose de lejos (cosas mucho peores suceden en los colegios de Buenos Aires en nuestros días). Sin embargo ella tiene un amigovio, al que la película no le presta ninguna atención, y juntos descubren un pozo en el parque del colegio donde están escondidos textos  nazis, de inmediato llega la represalia de un grupo de compañeros que acorrala a la pareja en los
baños advirtiéndoles que no se metan, sugiriendo la existencia de una especie de Sociedad de los Poetas Muertos nazi que también queda solamente enunciada. La película insinúa que el colegio es una suerte de nido de víboras donde la discriminación del  débil y del diferente está arraigada, pero en ningún momento explora esto en profundidad, termina siendo solamente un decorado.

La voz en off omnipresente de la niña protagonista, cuya retórica de adulto muchas veces resulta inverosímil, nos cuenta todas aquellas cosas que la película debería transmitirnos.

El padre (Peretti) fabrica muñecas para Lilith (un punto de la trama que resultará importante, además de darle el título al film). “Le gusta que sean todas distintas” nos explica ella (Otto las prefiere todas iguales y perfectas). ¿No hubiese sido mejor que la pantalla nos muestre las diferentes muñecas que hizo el papá?. ¿No hubiera sido mucho mas potente y emotivo?.


Si bien el planteo de Wakolda no deja de ser interesante y cuenta con un bello trabajo visual, sufre de algunos problemas que suelen aparecer en las adaptaciones cinematográficas de novelas: lo importante y sutil del film está explicado por alguien (principalmente la voz en off de Lilith, que incluso nos da información que su personaje no conoce, como si se tratara justamente de un narrador omnipresente típico de las novelas) por lo que los actores no tienen mucho espacio para lucirse y los personajes quedan apenas esbozados (no confundir sutileza con escasez). Además, el coqueteo del film con numerosas subtramas (el drama familiar, el film de suspenso, la trama de espías, las colonias alemanas en argentina, el adoctrinamiento escolar y la película de terror) sin explorar ninguna a fondo termina dejando sabor a poco.


1 comentario:

  1. Me gustó la nota. Es interesante esta película, a mí me atrapó de principio a fin. Lleva un buen ritmo, no decae en ningún momento.

    Como recomendacion, yo siempre descargo de Sdd Fanatico ya que tiene muy buena calidad siempre. Espero que les sirva el dato.

    Saludos!

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