septiembre 24, 2013

SEPTIMO de Patxi Amezcua


UN DIA DE FURIA

Sebastián (Ricardo Darín) es un abogado exitoso. Tiene dos hijos pequeños de su fallido matrimonio con Delia (Belén Rueda). Separado de su esposa, él se resiste a firmar los papeles de divorcio y permitir que Delia viaje a España con sus hijos. Poco antes de una audiencia de un caso resonante que involucra como mínimo corrupción política, Sebastián se prepara para llevar a los niños al colegio. Repitiendo un juego de todos los días, ellos bajan por la escalera mientras él usa el ascensor. Pero cuando llega a la planta baja sus hijos no aparecen por ninguna parte.


Séptimo es uno de esos thrillers construidos con elementos muy simples pero efectivos. Los primeros cuarenta minutos de la película manejan a la perfección el suspenso, la angustia y la incertidumbre, con varias pistas que nos van siendo suministradas y que nos permite meternos de lleno en el juego de adivinar lo que está pasando y quienes están involucrados. Gran parte del mérito le corresponde al director español Patxi Amezcua (también coguionista del film) que maneja con soltura y simpleza la puesta en escena, pero también a Ricardo Darín que con su economía de recursos hace parecer que  estos papeles le salen de taquito, pero que consigue nuestra empatía de inmediato y nos lleva de la mano por toda la película. 


El problema llega a la hora de la dichosa vuelta de tuerca del final, que fuerza un poco la credibilidad del espectador y donde, al menos para el que esto escribe, quedan algunas inconsistencias sin responder. La película cuenta con el aporte de veteranos infalibles como Jorge D´Elia y Osvaldo Santoro, que verdaderamente suman puntos con sus personajes. El trabajo de Belen Rueda no termina de ser convincente y su personaje parece desarrollado en forma incompleta.
Y la actuación de los niños, algo que todavía no se logra resolver bien en el cine argentino en general, resulta demasiado publicitaria reduciéndolos a una sumatoria de frases estereotipadas.
De cualquier forma, Séptimo sale bastante airoso en su tercer acto y lo cierto es que se disfrutan mucho películas como esta, construidas con las herramientas mas tradicionales del cine.